1 Gigoló Jue 17 Abr 2008, 10:07 am
mirmo
Moderadora de Fan Fics
New York es un lugar muy particular, no hay palabras exactas para describirlo excepto una multitud de gente girando en todas direcciones a toda velocidad para tratar de llegar a tiempo, ¿a tiempo a qué? A todo: a sus trabajos, a sus casas, a clases, con sus novias o esposas, con sus hijos, a las reuniones, a los partidos de tu equipo preferido, a tiempo a todo o lo que es lo mismo: correr para todo. Yo no dejo de formar parte de esa multitud alocada que desea llegar a tiempo, sólo que a mi no me importa llegar a tiempo a esa montón de cosas que realmente carecen de importancia, yo deseo llegar a tiempo a el momento en que ella diga que “sí”. Bueno, supongo que no me están entendiendo nada de lo que hablo, lo único que les habrá quedado claro es que yo vivo en Nueva York y eso es correcto. Como la única forma de que me comprendan es contarles toda mi vida es mejor hacerlo desde el comienzo.
Mi nombre es Raúl Rapapport nací en la aglomerada ciudad de Nueva York un 20 de mayo, mi padre era un italiano de la ciudad de Viena que dedico toda su vida a la creciente industria bancaria, fue así como decidió vivir en América e inculcar a sus hijos el deber y el respeto del manejo adecuado del dinero. Mi madre, por otro lado era una típica newyorkina que decidió que la vida cómoda de estar casada con el dueño de un banco no le vendría mal y se dedico a hacer lo que todas las mujeres con una buena condición económica hace: dedicarse a la caridad y por supuesto enseñar a sus hijos que nunca esta mal compartir lo que se tiene sin caer en la estupidez de dar mas de lo justamente necesario. Se preguntaran ustedes ¿por qué me está contando todo esto? Bueno la respuesta es muy simple: necesito que entiendan como es que llegue a ser el hombre que soy: soy un banquero que tiene como parámetro de vida no desperdiciar el dinero pero a la vez soy una persona que está dispuesta a ayudar aquellos que lo necesiten en todo aquello que este a mi alcance, no importa lo tonto o descabellado que esto sea. Es precisamente esta parte de mi forma de ser lo que me metió en un problema enorme el día que cumplí 28 años, bueno, de nuevo me estoy adelantando en la historia. Mejor continuemos.
Contarles sobre mi niñez no es muy importante, lo podemos resumir en que siempre tuve todo lo que quise y mucho más, no tuve muchos amigos, porque la cara de mi papá los asustaba y aprendí al tratar a mi mamá que la forma más fácil de convivir en armonía con las mujeres es decirles que si a todo y luego hallar la forma de hacer las cosas a mi modo.
Mi nombre es Raúl Rapapport nací en la aglomerada ciudad de Nueva York un 20 de mayo, mi padre era un italiano de la ciudad de Viena que dedico toda su vida a la creciente industria bancaria, fue así como decidió vivir en América e inculcar a sus hijos el deber y el respeto del manejo adecuado del dinero. Mi madre, por otro lado era una típica newyorkina que decidió que la vida cómoda de estar casada con el dueño de un banco no le vendría mal y se dedico a hacer lo que todas las mujeres con una buena condición económica hace: dedicarse a la caridad y por supuesto enseñar a sus hijos que nunca esta mal compartir lo que se tiene sin caer en la estupidez de dar mas de lo justamente necesario. Se preguntaran ustedes ¿por qué me está contando todo esto? Bueno la respuesta es muy simple: necesito que entiendan como es que llegue a ser el hombre que soy: soy un banquero que tiene como parámetro de vida no desperdiciar el dinero pero a la vez soy una persona que está dispuesta a ayudar aquellos que lo necesiten en todo aquello que este a mi alcance, no importa lo tonto o descabellado que esto sea. Es precisamente esta parte de mi forma de ser lo que me metió en un problema enorme el día que cumplí 28 años, bueno, de nuevo me estoy adelantando en la historia. Mejor continuemos.
Contarles sobre mi niñez no es muy importante, lo podemos resumir en que siempre tuve todo lo que quise y mucho más, no tuve muchos amigos, porque la cara de mi papá los asustaba y aprendí al tratar a mi mamá que la forma más fácil de convivir en armonía con las mujeres es decirles que si a todo y luego hallar la forma de hacer las cosas a mi modo.