Frecuentemente
aparecen artistas que, con bombos y platillos, se proclaman reyes y
salvadores en su respectivo estilo. La fórmula será siempre la misma,
un lanzamiento ostentoso, algunas modelos, una rueda de prensa, un par
de días figurando en algún chart y listo… ¡Next!

El mejor
ejemplo nos lo da el reggaetón, donde con el cuentico del más nuevo de
los nuevos: el real, el verdadero, el único, el original, la maravilla,
se aparecen unos personajes exuberantes que se autoproclaman
“artistas”; y como si se tratara de conejos, se reproducen por docenas,
siendo su mayor talento copiarse entre ellos mismos. Los novatos
desconocen que sólo los más fuertes, los más sagaces y los que se
adaptan a los cambios sobrevivirán. Como en la canción de Jarabe de
Palo, “en lo puro no hay futuro, la pureza está en la mezcla”.

Afortunadamente
ya se comienzan a sentir vientos de cambio. Este giro sutil lo dieron
recientemente Rakim & Ken-Y en su canción “Te regalo amores”, un
merengue romántico que invita a bailar pegado, como se hacía antes. Lo
se, posiblemente sea muy temprano para afirmar que el reggaetón duro
está de salida, pero el desgaste normal del estilo es el que lleva a
los artistas a moverse y buscar ideas fértiles y renovadoras.



Otros
que abandonaron del todo la familia del reggatón son los Calle 13.
Contrariando la tradición incestuosa de mezclarse y hacer dúos sólo
entre reggaetoneros, Calle 13 se rebeló invitando a Café Tacuba para
hacer “no hay nadie como tú” una canción pegajosa más cercana a Manu
Chao que a Daddy Yankee.



Otros
reggeatoneros se han ido por otras sendas y han abandonado
completamente el perreo, el sandungueo y han encontrado "un camino
espiritual" como Héctor el Father en su nuevo álbum:
"Está hecho con
una palabra de vida, no una alternativa, no una solución a la cual yo
le dí la oportunidad y por la que soy el humano más feliz del mundo".



Todavía es temprano, y aún hay artistas pegados al mismo golpeteo simple que repiten el mantra del perreo, el sandungueo y el hangeo;
pero ya hay gente moviendo fichas y buscando nuevos aires, bastará
recordarles que en esta industria el que pega primero, pega dos veces.
¡A fuego!

¿Tiene futuro el Reggaetón?