1 Sobrevivir al referéndum Sáb 18 Ago 2007, 10:23 pm
Invitado
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Me gustaría leer algunas respuestas inteligentes, independientemente de su posición con respecto al tratado el articulo es sobre la respuesta social del país frente a su aprobación o no.
Bueno aquí se los dejo:
Sobrevivir al referéndum
“Se han dejado de lado los argumentos para asumir férreas posiciones".Dr. Yalena de la Cruz yalenadelacruz@ yahoo.com Odontóloga.
Antes me preguntaba cómo sería el día después de la aprobación
> (para mí el resultado estuvo siem"pre“anunciado” : 38
> votos a favor) legislativa del Tratadode Libre
> Comercio. Hoy, en cambio, me cuestiono
> si sobreviviremos al referéndum, a pesar de que con
> él deberíamos ganar en democracia y participación. Y
> es que, conforme pasan los días, se han dejado
> deescuchar los argumentos para asumir férreas
> posiciones que tienen polarizada a la población, a un
> punto tal que a bautizos y a matrimonios se invita
> con la petición de “no hablar del TLC”.¿En qué nos
> hemos transformado que ya no podemos tener tolerancia
> al argumento contrario? Nos hemos divido entre
> “buenos” y “malos”; “patriotas” y“antipatriotas” .
> Quienes han opinado, han sufrido ante los ojos de la
> sociedad el espejismo de sersimultáneamente Dr.
> Jekyll y Mr. Hide, y se han granjeado amigos o
> enemigos coyunturales a su definición electoral sobre
> el tratado.Aceptación. Y yo sigo con mi angustia
> sobre qué pasará después. Si el resultado se da por
> una votación de másdel 40%, no habrá duda alguna;
> pero si esa votación es menor, la ratificación del
> Tratado será definida en la Asamblea, no importa cuál
> haya sido el resultado del referéndum. ¿Estaríamos en
> capacidad de aceptar que la gente que no votó delegó
> la responsabilidad, de nuevo,en la Asamblea?
> ¿Tendremos la madurez para aceptar las reglas del
> juego democrático? Mi preocupación va más allá.
> Quienes adversan el tratado, lo hacen por el impacto
> negativo que prevén para algunos sectores. No
> obstante, con tratado o sin él, los problemas que
> dificultan la competitividad de algunos grupos
> prevalece. El Gobierno ha intentado luchar contra la
> deserción educativa por medio del programa
> “Avancemos” y ha hecho esfuerzos contra la pobreza y
> el tugurio; pero no son suficientes para contar con
> un recurso humano competitivo para un país que aspira
> a un desarrollo basado en su capacidad tecnológica y
> de venta de servicios. Y ni qué decir de los
> problemas de aeropuertos, puertos y carreteras.
> Asusta que no se haya insistido con la
> vehemencia,oportunidad y urgencia que amerita en la
> serie de reformas que deben hacerse para que quienes
> ven en el tratado una posible amenaza adquieran los
> instrumentos en los ámbitos del conocimiento, la
> tecnología, la infraestructura, el acceso al crédito
> o cualquier otro requerido para que las reglas
> comerciales de la globalización se transformen en una
> oportunidad que genere más producción, más empleo y
> más riqueza distribuida, con base en la real
> competitividad de las micro-, pequeñas y grandes
> empresas.Exigencia. La consigna nacional, más allá
> del referéndum, debería ser la exigencia de las
> reformasen infraestructura (puertos, aeropuertos,
> carreteras,muelles, ferrocarriles, etc.), banca (de
> desarrollo), en educación (de calidad y sin
> exclusiones) , entecnología (incluida la
> modernización del ICE) que urgen para mejorar la
> competitividad. La incorporación en la economía
> global debe ser humana y ambientalmente sostenible.
> Pero, más allá de todo esto, me pregunto si en
> el plano personal volveremos a ser los mismos.
> ¿Acaso podremos volvernos a reír y a compartir? ¿O
> quedará tristemente dividida nuestra sociedad y
> estigmatizados cada uno de nosotros? ¿Seremos capaces
> de escuchar un recital musical sin pensar en las
> preferencias de quien lo ejecuta, o capaces de
> apreciar un cuadro independientemente de quién lo
> pintó? La respuesta evidenciará la madurez de nuestra
> democracia y de nosotros mismos. De la capacidad de
> poder hacerlo y tolerar la diferencia de opinión
> dependerá que como sociedad sobrevivamos al
> referéndum o, por el contrario, nos transformemos en
> la sociedad dividida de 1948, aunque con otras
> banderas, y en la antesala de la peor
> ingobernabilidad que pudiéramos imaginar.
Dr. Yalena de la Cruz
Cualquier disgusto con lo que dice el articulo, el correo de la doctora que lo escribió esta arriba.
Bueno aquí se los dejo:
Sobrevivir al referéndum
“Se han dejado de lado los argumentos para asumir férreas posiciones".Dr. Yalena de la Cruz yalenadelacruz@ yahoo.com Odontóloga.
Antes me preguntaba cómo sería el día después de la aprobación
> (para mí el resultado estuvo siem"pre“anunciado” : 38
> votos a favor) legislativa del Tratadode Libre
> Comercio. Hoy, en cambio, me cuestiono
> si sobreviviremos al referéndum, a pesar de que con
> él deberíamos ganar en democracia y participación. Y
> es que, conforme pasan los días, se han dejado
> deescuchar los argumentos para asumir férreas
> posiciones que tienen polarizada a la población, a un
> punto tal que a bautizos y a matrimonios se invita
> con la petición de “no hablar del TLC”.¿En qué nos
> hemos transformado que ya no podemos tener tolerancia
> al argumento contrario? Nos hemos divido entre
> “buenos” y “malos”; “patriotas” y“antipatriotas” .
> Quienes han opinado, han sufrido ante los ojos de la
> sociedad el espejismo de sersimultáneamente Dr.
> Jekyll y Mr. Hide, y se han granjeado amigos o
> enemigos coyunturales a su definición electoral sobre
> el tratado.Aceptación. Y yo sigo con mi angustia
> sobre qué pasará después. Si el resultado se da por
> una votación de másdel 40%, no habrá duda alguna;
> pero si esa votación es menor, la ratificación del
> Tratado será definida en la Asamblea, no importa cuál
> haya sido el resultado del referéndum. ¿Estaríamos en
> capacidad de aceptar que la gente que no votó delegó
> la responsabilidad, de nuevo,en la Asamblea?
> ¿Tendremos la madurez para aceptar las reglas del
> juego democrático? Mi preocupación va más allá.
> Quienes adversan el tratado, lo hacen por el impacto
> negativo que prevén para algunos sectores. No
> obstante, con tratado o sin él, los problemas que
> dificultan la competitividad de algunos grupos
> prevalece. El Gobierno ha intentado luchar contra la
> deserción educativa por medio del programa
> “Avancemos” y ha hecho esfuerzos contra la pobreza y
> el tugurio; pero no son suficientes para contar con
> un recurso humano competitivo para un país que aspira
> a un desarrollo basado en su capacidad tecnológica y
> de venta de servicios. Y ni qué decir de los
> problemas de aeropuertos, puertos y carreteras.
> Asusta que no se haya insistido con la
> vehemencia,oportunidad y urgencia que amerita en la
> serie de reformas que deben hacerse para que quienes
> ven en el tratado una posible amenaza adquieran los
> instrumentos en los ámbitos del conocimiento, la
> tecnología, la infraestructura, el acceso al crédito
> o cualquier otro requerido para que las reglas
> comerciales de la globalización se transformen en una
> oportunidad que genere más producción, más empleo y
> más riqueza distribuida, con base en la real
> competitividad de las micro-, pequeñas y grandes
> empresas.Exigencia. La consigna nacional, más allá
> del referéndum, debería ser la exigencia de las
> reformasen infraestructura (puertos, aeropuertos,
> carreteras,muelles, ferrocarriles, etc.), banca (de
> desarrollo), en educación (de calidad y sin
> exclusiones) , entecnología (incluida la
> modernización del ICE) que urgen para mejorar la
> competitividad. La incorporación en la economía
> global debe ser humana y ambientalmente sostenible.
> Pero, más allá de todo esto, me pregunto si en
> el plano personal volveremos a ser los mismos.
> ¿Acaso podremos volvernos a reír y a compartir? ¿O
> quedará tristemente dividida nuestra sociedad y
> estigmatizados cada uno de nosotros? ¿Seremos capaces
> de escuchar un recital musical sin pensar en las
> preferencias de quien lo ejecuta, o capaces de
> apreciar un cuadro independientemente de quién lo
> pintó? La respuesta evidenciará la madurez de nuestra
> democracia y de nosotros mismos. De la capacidad de
> poder hacerlo y tolerar la diferencia de opinión
> dependerá que como sociedad sobrevivamos al
> referéndum o, por el contrario, nos transformemos en
> la sociedad dividida de 1948, aunque con otras
> banderas, y en la antesala de la peor
> ingobernabilidad que pudiéramos imaginar.
Dr. Yalena de la Cruz
Cualquier disgusto con lo que dice el articulo, el correo de la doctora que lo escribió esta arriba.